Despierta tu conciencia
y transforma tu vida

La autoestima

Es un término que se refiere a la valoración que tenemos de nosotros mismos. Es la percepción que tenemos de nuestra propia valía, habilidades y capacidades. Algunas características importantes de la autoestima son:

  • La autoestima positiva implica tener una actitud de aceptación y respeto hacia uno mismo, reconociendo y valorando nuestras cualidades y logros.
  • La autoestima está relacionada con la confianza en uno mismo. Una persona con una autoestima saludable tiende a confiar en sus habilidades y capacidades, lo que le permite enfrentar desafíos y perseguir metas de manera más efectiva.
  • La autoestima también influye en nuestra capacidad para establecer relaciones saludables. Cuando nos valoramos a nosotros mismos, somos más propensos a establecer relaciones equilibradas y respetuosas con los demás.
  • La autoestima puede influir en nuestro bienestar emocional. Una autoestima baja puede llevar a sentimientos de inseguridad, ansiedad o depresión, mientras que una autoestima saludable puede contribuir a una mayor satisfacción personal y felicidad.
  • Mejorar la autoestima es posible a través de diferentes estrategias, como identificar y desafiar pensamientos negativos, establecer metas realistas, cuidar de nuestro bienestar físico y emocional, rodearnos de personas positivas y buscar apoyo cuando sea necesario.

En resumen, la autoestima es la valoración que tenemos de nosotros mismos y es importante para alcanzar nuestro potencial y llevar una vida plena. Si quieres mejorar tu autoestima, puedes seguir consejos como identificar y desafiar pensamientos negativos, establecer metas realistas y cuidar de tu bienestar emocional y físico.

 

Si sientes que tu autoestima podría mejorar, sigue estos consejos:

1. Identifica tus cualidades positivas

Dedica unos minutos cada día a escribir en un diario o cuaderno al menos 5 cualidades positivas sobre ti mismo. Pueden ser rasgos de personalidad (amabilidad, paciencia, creatividad, sentido del humor), habilidades naturales (facilidad para idiomas, dotes artísticas, inteligencia emocional), logros personales (terminar una carrera, superar retos) o valores que te definen (honestidad, lealtad, solidaridad).

También anota experiencias del pasado que evidencien esas virtudes. Por ejemplo, si eres perseverante, recuerda situaciones en las que insististe para lograr una meta pese a las dificultades.

Lee este diario de cualidades positivas de ti mismo todas las mañanas al levantarte y todas las noches antes de dormir. Reforzarás tus buenas cualidades en tu mente.

Además, pídele a personas que te conocen bien, como familiares y amigos cercanos, que compartan contigo cualidades positivas que ven en ti. Escucha con apertura lo que valoran de ti. Eso te dará una perspectiva más amplia de tus virtudes. También puedes llevar un registro de cumplidos sinceros que recibas en tu día a día. Muchas veces restamos importancia a los elogios, pero son una prueba de nuestras fortalezas.

Identificar y enfocarte regularmente en todo lo positivo sobre ti, hará que creas y valores mucho más en ti mismo. Verás que tienes mucho que aportarle al mundo.

 

2. Rodéate de personas que te apoyen

Es esencial cultivar relaciones sanas y nutritivas para desarrollar una autoestima positiva. Rodearte de personas que te acepten, celebren tus logros y te motiven a crecer es clave.

Analiza tu círculo cercano de amistades. Identifica quiénes te impulsan genuinamente a mejorar, te escuchan cuando necesitas desahogarte y se alegran de tus triunfos. Haz un esfuerzo por acercarte más a esas personas edificantes y pasar más tiempo de calidad juntos.

Por otro lado, es importante poner límites saludables con personas tóxicas que suelen criticarte o competitivamente compararte con los demás. Comunícales asertivamente cómo te hacen sentir sus comentarios o acciones hirientes. Explícales cómo te gustaría ser tratado.

Si después de una comunicación honesta, estas personas siguen teniendo actitudes negativas contigo, lo mejor es alejarse de ellas paulatinamente. Así evitarás que socaven tu confianza en ti mismo. No debes tolerar relaciones que minan tu autoestima.

Rodéate de gente que sea un refuerzo positivo en tu vida. Idealmente, tus amigos más cercanos deben:

  • Motivarte gentilmente a superar desafíos.
  • Escucharte cuando necesites desahogarte sin juzgarte
  • Guiarte amablemente cuando cometas errores en vez de criticarte
  • Alegrarse genuinamente por tus logros en vez de mostrar envidia
  • Valorar tus talentos y cualidades positivas frecuentemente

Cultiva vínculos con personas que te impulsen a creer más en ti mismo y celebrar quien eres. Tu autoestima se fortalecerá.

 

3. Aprende a manejar las críticas

Es inevitable recibir críticas a lo largo de la vida. Sin embargo, no debes tomarlas automáticamente como verdades absolutas sobre tu valía. Existen formas saludables de procesar las críticas para que no dañen tu autoestima:

  • Evalúa objetivamente si la crítica tiene algún trasfondo de constructivo. Pregúntate: “¿hay algo de cierto en esto que me pueda ayudar a mejorar?”. Si es el caso, no temas reconocerlo y trabajar en ello. Pero si la crítica fue claramente hiriente o injusta, deséchala.
  • Considera la fuente y sus posibles motivaciones. ¿Viene la crítica de alguien que suele ser hostil o envidioso? En ese caso dice más sobre ellos que sobre ti. No permitas que gente tóxica defina tu valía.
  • Analiza el tono de la crítica. ¿Fue expresada de forma respetuosa y compasiva? Las críticas constructivas se comunican con empatía.
  • No todas las opiniones sobre ti deben tomarse como críticas, incluso si no son halagadoras. Acéptalas con ecuanimidad si te ayudan a conocerte mejor.
  • Tus defectos y áreas de mejora no determinan completamente tu valía como persona. Todos somos imperfectos. Enfócate en tus virtudes.

No temas cometer errores o recibir críticas. Aprovéchalas para crecer, pero sin dejar que destruyan tu confianza. Rodéate de personas que te critican con compasión y buscan lo mejor para ti. Así lograrás una autoestima resiliente.

 

4. Acepta y quiere tu autenticidad

Es común que comparemos aspectos de nuestra vida como el trabajo, las relaciones o el físico con otras personas. Pero estas comparaciones rara vez son objetivas o justas contigo mismo. Enfócate en ser la mejor versión de quién realmente eres, con tus virtudes y áreas de crecimiento únicas.

Deja de intentar encajar en moldes preestablecidos de cómo deberías ser o actuar. Acéptate tal como eres. Tus diferencias y singularidad son lo que te hacen original. No necesitas gustarle o agradarle a todos, solo sé tú mismo.

Exprésate de forma genuina, sin miedo al rechazo o juicio de los demás. Si ocultas partes de tu verdadera personalidad por temor al qué dirán, solo alimentarás sentimientos de inferioridad. Valora y muestra aquello que te hace único.

Rodéate de personas que celebren tu individualidad en lugar de pedirte que cambies. Cultiva relaciones que te permitan mostrarte tal cual eres. Incrementa actividades que saquen a relucir tu autenticidad.

Aceptar y abrazar tu originalidad te dará una gran confianza para mostrarte ante el mundo desde un lugar de honestidad y verdad. Podrás construir vínculos genuinos con los demás expresando libremente quien eres. Tu autoestima florecerá.

 

5. Ponte retos que te saquen de tu zona de confort

Salir de nuestra zona de confort y vencer miedos es clave para desarrollar una autoestima fuerte. Debemos retarnos progresivamente a lograr nuevas metas y superar nuestros límites auto-impuestos. Elabora una lista de cosas que siempre has querido intentar pero que te dan temor al fracaso o al ridículo. Pueden ser aprender a bailar, explorar un nuevo hobby, conocer gente, hablar en público, etc.

Selecciona un reto de esa lista que se salga bastante de tu zona conocida pero que creas que puedes llegar a conseguir. Ponte una meta específica y alcanzable. Por ejemplo, anotarte a un curso de baile de un mes. Visualízate logrando ese reto y cómo te sentirías. Esto te dará motivación y seguridad para intentarlo. Luego, elabora un plan detallado para alcanzarlo.

  1. Avanza paso a paso fuera de tu zona de confort para concretar tu meta.
  2. Celebra cada pequeño progreso en el camino. Si fallas o te critican, vuélvelo a intentar.
  3. El fracaso es parte del crecimiento.
  4. Cuando logres el reto, por pequeño que parezca, felicítate. Habrás demostrado tu enorme potencial y valor.
  5. Continúa poniéndote nuevas metas periódicamente.

 

Vencer miedos y barreras te enseñará a creer más en ti. Verás que si te esfuerzas y persistes, puedes lograr cosas que nunca imaginaste posibles. Tu autoestima se fortalecerá con cada nuevo reto superado. ¡Atrévete!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *